Solía bailar hip-hop en el salón de mi casa todas las tardes, hasta que mi madre me pedía que bajase el volumen de la música o la vecina de abajo subía a quejarse por el ruido de los golpes contra el suelo. Descubrí una escuela dónde empecé a recibir clases de danza contemporánea, lo que me abrió una puerta a la experimentación, a la madurez y más tarde me lleva a investigar en mi propio movimiento. Llegué a formar parte de Natalia Medina Compañía de Danza participando en algunas producciones. Me encuentro en un punto el que no me considero bailarín de danzas urbanas ni bailarín de danza contemporánea. ¿Soy bailarín?